Las tinieblas de 'Elektra' toman el escenario de Les Arts para explorar el dolor, la venganza y la muerte

'Elektra', En El Palau De Les Arts
'Elektra', En El Palau De Les Arts - MIKEL PONCE Y MIGUEL LORENZO:

VALNCIA, 19 Ene. (EUROPA PRESS) -

El Palau de Les Arts de Valncia ha apostado en el estreno de 'Elektra', de Richard Strauss, por una puesta en escena oscura y sobria que, junto a la interpretación de la soprano Iréne Theorin, ha conseguido transportar al público al interior de una mente marcada por el dolor, la muerte paterna y la necesidad de venganza.

Esta producción en un solo acto, bajo la dirección de Robert Carsen y con escenografía de Michael Levine, ha recibido un entusiasta aplauso del público y ha logrado llenar este sábado la Sala Principal de Les Arts.

Tan solo tres paredes negras, tierra oscura y un expresivo juego de luces han bastado para evocar las fuertes pasiones que encierra uno de los mitos clásicos con más trascendencia de la literatura, reavivadas por Strauss durante los albores del psicoanálisis. Un cubículo de negrura que encierra al público en la mente de su atormentada protagonista, y en el que se escuchan sus deseos de vengar a su padre Agamenón. Precisamente, en el centro del escenario está su tumba, presente en todo momento, como epicentro de la tragedia.

En 'Elektra', toda la acción ocurre fuera de escena ya que las protagonistas son las emociones, esa psicología a la que tanto ha dado que hablar esta historia. No se trata de cómo sucede, sino de cómo Elektra lo vive, lo percibe. No vemos su venganza, vemos cómo ella la planea y la observa.

Las voces femeninas han predominando durante toda la obra, con apenas intervenciones masculinas. 'Elektra' ha sido en esta ocasión la soprano Iréne Theorin, que ha sabido con su interpretación explotar el dramatismo de su historia y, a cambio, ha recibido 'bravos' del público. Vestida de negro y presente en todo momento sobre el escenario, se ha arrastrado por el dolor, ha sido amenazante, ha mostrado ternura hacia su hermano y hasta ha tenido momentos de exultación.

Un amplio registro de emociones para el que ha contado con la ayuda de un coro en movimiento que tan pronto amplificaba y reflejaba sus sentimientos e intenciones, como le daba la réplica, le llevaba la contraria o portaba a hombros a la soprano y a otros personajes. En una obra en la que las emociones tienen tanto peso, este grupo de cantantes ha llenado el escenario y ha dibujado con sus gestos un juego de espejos para hacerse eco de los pensamientos de Elektra y hundir aún más al público en su mente.

Otra de las más aplaudidas de la noche ha sido Sara Jakubiak, en la piel de Crisotemis, la hermana de Elektra que trata de calmar sus ansias de venganza. Un personaje más delicado, más sensato, que apela a la juventud y a las ganas de vivirla, pero también ataviado de negro y que al final cae en esa oscuridad.

Como antagonista está la mezzosoprano Doris Soffel, que interpreta a la madre de Elektra y asesina de su padre, Clitmnestra. Junto con su amante, es el único personaje que viste de blanco, y se nos presenta llevada en una cama a hombros.

Las tres mujeres, junto con el coro en movimiento de sirvientas, han llevado todo el peso de la obra y la excepción han sido las voces masculinas, que se hacen esperar hasta bien entrado el espectáculo. No obstante, Derek Welton en el papel de Orestes también ha sido muy bien recibido por el público. Por su parte, la Orquestra de la Comunitat Valenciana se ha llevado una buena porción del protagonismo gracias a una actuación impecable.

El estreno de 'Elektra' ha contado con la presencia del presidente de la Generalitat, Ximo Puig; el alcalde de Valncia, Joan Ribó; el conseller de Cultura, Vicent Marz, y la consellera de Justicia, Gabriela Bravo.