ASUNCIÓN 5 Mar. (EUROPA PRESS) -
El ex obispo paraguayo Fernando Lugo estampó su firma esta mañana en el documento que le une a la Concertación opositora de cara a las elecciones generales de 2008, en las que todo apunta que se presentará como candidato a la Presidencia.
No obstante, Lugo hizo hincapié en que firmó el texto de la Concertación a título personal y no en representación de ningún partido o movimiento político, según informa la prensa local, recogida por Europa Press.
El ex sacerdote señaló que la posible liberación del general y político paraguayo Lino Oviedo, quien cumplía una condena de diez años por el intento de golpe de estado contra el ex presidente Juan Carlos Wasmosy, "enriquecerá" el panorama político nacional porque, en su opinión, es un líder que tiene mucha aceptación entre la población.
Por su parte, los miembros del movimiento Paraguay Posible igualmente refrendaron el documento de la Concertación opositora, mientras que los integrantes del movimiento Tekojojá insistieron en su negativa a firmarlo.
Una encuesta de la consultora First Análisis y Estudios del diario local 'ABC' señaló el pasado mes de diciembre que si las elecciones se hubieran celebrado entonces el ex obispo habría ganado la Presidencia al actual jefe de Gobierno, Nicanor Duarte.
De acuerdo con el sondeo, Lugo aventajaría al mandatario con un 42,4 por ciento de la intención de voto frente al 37,3 por ciento que habría obtenido Duarte.
CONFLICTO CON LA IGLESIA
Fuentes del movimiento político País Posible anunciaron el pasado enero que Lugo será candidato presidencial ante la falta de unión de los partidos de la oposición, y agregaron que se está posicionado en las encuestas y que "tarde o temprano" los dirigentes de otros grupos opositores "van a ceder sus candidaturas y pedirán el apoyo a Lugo".
Ante las actividades políticas de ex obispo, la Conferencia Episcopal Paraguaya expresó claramente en septiembre de 2006 que no aprobaba estas actividades. Aunque "no están molestos", recordaron que "la Iglesia no debe emprender por cuenta propia una empresa política" y que el "derecho canónico impide que monseñor Lugo se dedique a las actividades religiosas y al mismo tiempo a la política".
Por ello, Lugo anunció en diciembre que abandonaría la vida eclesiástica para entrar en la política, para lo cual presentó su renuncia ante la Santa Sede. "Ahora el Papa puede resolver aceptar mi determinación o me puede sancionar, pero ya estoy en la política", señaló entonces.
La Santa Sede, a través del Prefecto de la Congregación de los Obispos, cardenal Giovanni Battista Re, solicitó enérgicamente el 29 de diciembre al ex obispo que respetara su compromiso sacerdotal y episcopal y abstenerse de entrar en la refriega política de su país. Sin embargo, la unión de Lugo a la Concertación ratifica su decisión de continuar con su carrera política y de presentarse, muy probablemente, a las elecciones del próximo año.