Un 10% de hombres mayores de 40 años sufre el síndrome del déficit de testosterona

Actualizado: martes, 13 agosto 2013 12:08

BARCELONA, 13 Ago. (EUROPA PRESS) -

Un 10 por ciento de los hombres mayores de 40 años sufre el síndrome del déficit de testosterona, lo que provoca efectos negativos en el ámbito sexual, y puede originar cambios físicos y desembocar en patologías graves como problemas cardiovasculares o fractura de cadera, según ha informado este martes el Hospital de Bellvitge, en L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona).

El responsable de la Unidad de Andrología del Hospital de Bellvitge, José Rodríguez Tolrà, ha advertido de las dificultades de su diagnóstico, alegando que "antes, era poco conocido, ya que había un problema cultural para identificarlo".

"Muchos síntomas eran considerados, tanto por los hombres como por los propios médicos, como consecuencia normal de la edad y no como una patología que se puede tratar", ha añadido.

El déficit de testosterona es un síndrome clínico y bioquímico asociado a la edad avanzada, que se produce por una bajada gradual de los niveles de testosterona que repercute en el ámbito sexual, produciendo un descenso del deseo sexual y de las erecciones matutinas, así como la disminución de la calidad y frecuencia de las erecciones.

En los últimos años, se ha experimentado un aumento en el diagnóstico del síndrome abordado como una dolencia de esta patología que, según Rodríguez Tolrà, aumenta a medida de que lo hace la edad.

El centro ha advertido de que la patología provoca una disminución de la masa muscular, que se traduce en pérdida de fuerza, aumento de la grasa corporal, especialmente en la zona visceral, y una disminución de la densidad ósea, que puede convertirse en fractura patológica.

"La testosterona regula procesos del organismo como la formación de los músculos, la regulación de la grasa y de la insulina y la función sexual", ha subrayado Rodríguez Tolrà.

El diagnóstico pasa por realizar una analítica de sangre que determine los niveles de testosterona del paciente, y a partir de aquí, se inicia un tratamiento sustitutivo que consiste en el suministro de testosterona para conseguir que la persona recupere los niveles fisiológicos normales de testosterona en sangre.

La administración se puede realizar por dos vías: la transdémica en forma de gel que se administra cada 24 horas o de parche cada 48 horas, y la intramuscular, cada 12 semanas. Si el enfermo responde bien al tratamiento, que es lo más frecuente, toda la sintomatología mejora.