Comer grasas ayuda a fijar los recuerdos a largo plazo

Actualizado: martes, 28 abril 2009 13:45

MADRID, 28 Abr. (EUROPA PRESS) -

Las comidas ricas en grasas ayudan a fijar los recuerdos a largo plazo, según un estudio de la Universidad de California en Irvine (Estados Unidos) que se publica en la edición digital de la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences' (PNAS). El estudio se añade a un trabajo reciente de este equipo científico que vincula las grasas de la dieta con el control del apetito y podría conducir a nuevas vías para tratar la obesidad y otros trastornos de la alimentación.

Los autores identificaron en estudios previos cómo los ácidos oleicos se transforman en un componente llamado oleiletanolamida (OEA) en la región superior del intestino delgado. El OEA manda mensajes que reprimen el hambre al cerebro para aumentar la sensación de saciedad. En niveles elevados, el OEA puede reducir el apetito, producir pérdida de peso y bajar los niveles de colesterol y triglicéridos.

Los científicos, dirigidos por Daniele Piomelli y James McGaugh, descubrieron que el OEA también produce la consolidación de la memoria, el proceso por el que los recuerdos superficiales a corto plazo se transforman en recuerdos largos con sentido. El proceso conlleva la activación de señales que aumentan la memoria en la amígdala, la parte del cerebro que participa en la consolidación de los recuerdos de episodios emocionales.

Los investigadores descubrieron que al administrar OEA a roedores se aumentaba la retención de la memoria en dos pruebas diferentes. Cuando los receptores celulares activados por OEA se bloqueaban, los efectos de retención de la memoria se bloqueaban.

Según explica Piomelli, "el OEA es parte del pegamento molecular que hace que se fijen los recuerdos. Al ayudar a los mamíferos a recordar dónde y cuándo han tomado una comida grasa, la actividad de OEA parece haber sido una importante herramienta evolutiva para los primeros humanos y otros mamíferos".

Las grasas de la dieta son importantes para la salud global ya que ayudan en la absorción de vitaminas y la protección de los órganos vitales. Aunque la dieta humana ahora es rica en grasas, no era así en la época de los primeros humanos. En realidad, los alimentos ricos en grasas son bastante raros en la naturaleza.

"Recordar la localización y el contexto de una comida grasa era probablemente un importante mecanismo de supervivencia para los antiguos humanos. Tiene sentido que los mamíferos tengan esta capacidad", explica Piomelli.

Según el investigador, en los tiempos presentes este aumento de la memoria podría no ser beneficioso. Aunque OEA contribuye a la sensación de saciedad después de una comida, podría también dar lugar a largo plazo al ansia por tomar alimentos grasos que, cuando se toman en exceso, pueden provocar obesidad.

Piomelli concluye que en la actualidad existen ensayos clínicos con fármacos que imitan a OEA para controlar los triglicéridos. El interés del investigador se centra en descubrir si OEA podría ayudar a mejorar la consolidación en personas con problemas de memoria.