MADRID 21 May. (EUROPA PRESS) -
Arquitectos de distintos Colegios de Arquitectos de España se han concentrado este miércoles en la Plaza Mayor de Madrid para manifestar su desacuerdo con el Anteproyecto de Ley de Servicios y Colegios Profesionales, tras la celebración de una Asamblea Extraordinaria de los representantes de esas instituciones.
Estos actos de movilización han sido convocados con el fin de transmitir los aspectos concretos del Anteproyecto de Ley de los que pueden derivarse, en su opinión, "graves consecuencias" para los profesionales de la arquitectura y la sociedad receptora de sus servicios, y que podrían evitarse con unas pequeñas modificaciones de la propuesta legislativa.
Bajo el lema 'Por la Arquitectura' y 'Por una sociedad con servicios de calidad' se ha defendido el derecho de los ciudadanos a recibir los servicios de profesionales debidamente cualificados, y del mantenimiento de la ordenación del sector de la edificación con su marco legislativo propio, y las garantías para los ciudadanos.
Durante la concentración, apoyada por otros Colegios Profesionales y la Unión Interprofesional, los arquitectos han abierto cientos de paraguas blancos para representar el tejido profesional que la nueva ley "pone en riesgo".
Además, el decano del COAM, José Antonio Granero, se ha dirigido a los asistentes para explicar esas modificaciones al ALSCP que se proponen, como que la edificación tenga su marco legislativo sectorial propio en la Ley de Ordenación de la Edificación, "que no puede ni debe ser modificada al amparo de una Ley de Servicios y Colegios Profesionales de carácter general".
Entre otras propuestas, piden que los colegios profesionales ordenen el ejercicio profesional y sean "garantía de seguridad y calidad, sin coste para los ciudadanos ni para el Estado". "El mantenimiento de la exigencia de colegiación es esencial en el ejercicio de todas aquellas actividades que afectan a la seguridad física y jurídica de las personas y su patrimonio, no limitándose al proyecto y dirección de las obras", entienden.
Además, en su opinión, la competitividad profesional "debe sustanciarse en términos de calidad técnica, transparencia del sector y seguridad jurídica". Para ello, es "imprescindible" el establecimiento de unos honorarios "profesionales orientativos, justos, proporcionados y conocidos por todos los usuarios en precio y contraprestación exigible al profesional, que ya existen en países europeos como Alemania, y favorecen estructuras profesionales estables".