Las cuatro grandes temores del propietario en alquileres vacacionales y cómo evitarlos

Los cuatro principales miedos del arrendador de vivienda vacacional
PEXELS
Actualizado: martes, 29 noviembre 2016 18:56

   MADRID, 23 Jul. (EPTURISMO) -

   Las segundas viviendas son un objetivo fácil al que acogerse cuando se quiere ganar algo de dinero durante las vacaciones. Poner en alquiler una casa en la playa, un chalé en la montaña o un apartamento en una ciudad turística son opciones muy rentables para sacar partido a un inmueble cuando este no se está utilizando.

   Pero dejar que algunos desconocidos disfruten de tu casa en tu ausencia, puede generar, por mucho dinero que te ofrezcan a cambio, ciertas preocupaciones.

   Pero, ¿qué se puede hacer para evitar los posibles problemas que pueden aparecer durante el alquiler?

1. EVITAR LOS COSTES POR DESPERFECTOS:

   El temor de los arrendatarios a que su vivienda sufra desperfectos está íntimamente relacionada con la edad y el número de inquilinos que esperen. A menor edad y mayor número de huéspedes, más inquietud para los dueños.

   Pero para evitar la preocupación, o reducirla lo máximo posible, desde Alquiler Protegido sugieren que antes de la firma del contrato de alquiler los propietarios elaboren un inventario lo más completo posible con todo aquello que incluye el inmueble.

   Este inventario debe ir anexado al contrato de alquiler para después analizar los posibles desperfectos y requisar, si hace falta, el totalidad o una parte de la fianza que los inquilinos deben haber dejado.

2. QUE HAYA EXCESO DE OCUPACIÓN:

   Es común que en los alquileres vacacionales que se supere el número de inquilinos para el que está acondicionado el inmueble. Por eso, para evitar posibles disputas y preocupaciones futuras, lo mejor es establecer en el contrato el número de inquilinos. Además, si lo que se quiere es estar totalmente tranquilo, es recomendable hacer un seguimiento al inmueble para certificar que todo está yendo según lo pactado.

3. QUE LOS INQUILINOS NO PAGUEN

   Otro de los miedos más comunes a la hora de arrendar, se debe a a la posibilidad de que el inquilino no pague. A pesar de ser un miedo que parece razonable, los datos sitúan el porcentaje de impago en el 5%.

   Para asegurarse de que el pago se efectuará, lo recomendable es que en el momento de la firma del contrato, el arrendador solicite la fianza completa y una parte del alquiler del mes corriente.

4. QUE EL INQUILINO SUBARRENDE LA CASA

   El miedo a la especulación inmobiliaria está latente en muchos propietarios de viviendas vacacionales.

   En este caso, es importante saber que la legislación arrendataria protege al dueño del inmueble y que se puede acudir a la justicia para que tome medidas en cualquier momento.