MADRID, 4 May. (EUROPA PRESS) -
¡Ni dietas, ni quirófanos! La actriz francesa tiene claro que no va a recurrir a tratamientos artificiales ni a dietas imposibles para lograr más papeles. Como buena europea sabe que en la naturalidad está la belleza y hay cosas por las que no está dispuesta a pasar.
La edición británica de 'InStyle' tiene recién salido del horno su número de junio y Eva Green es su chica de portada. En la entrevista le preguntan por su vida en Los Ángeles, sus impresiones, su visión de si misma o sus trucos de belleza.
A pesar de haberse hecho con algunos de los mejores papeles cinematográficos, como el de 'chica bond' en la película 'Casino Royale' o el de la bella Morgana en la aclamada serie 'Camelot', la actriz insiste en que se siente el "patito feo" de Hollywood.
"No todo es el físico y como de guapa te ves" -dice Green en la entrevista- "En este negocio los actores con botox o cirugía te hacen sentir muy consciente de tu edad. Es horrible". Y continúa: "En Los Angeles me siento el patito feo, como si viniera de Venus o algo así".
Sin embargo, a pesar de sus inseguridades reconoce que, a sus 31 años, no se sometería a la cirugía estética porque quiere seguir sintiendo su edad. Por otra parte, también reniega de dietas, asegura que la deprimen.
Green cuenta que una vez le pidieron perder peso para una película con un plan de alimentación a base de sopa que detestaba, y que encima la hacía sentir "miserable". Fue tan horrible, cuenta, que no lo repetiría, asegura que la comida es muy importante para ella.
En cuanto a su carrera como actriz, a pesar de que está enamorada de su trabajo reconoce que es "frustrante" que la encasillen siempre en la dimensión de su co-protagonista masculino: "Es tan aburrido interpretar el papel de novia" -dice- "La mayoría de las mujeres en las películas están ahí para embellecer al hombre".
A pesar de que Eva Green no se sienta tan guapa como el resto de sus compañeras de Hollywood, lo cierto es que es una de las actrices con más naturalidad y personalidad de la pantalla, y que precisamente eso la hace única. Eva, ¡Todo un ejemplo!
