MADRID, 24 Feb. (CHANCE) -
Kim Kardashian crea polémica con cualquier cosa que haga. Pero eso es lo que tiene tener un reality show que exponga tu vida entera. En el episodio que se emitió el pasado 23 de febrero, se pudo ver a una Kim muy insegura, y es que la joven tiene algún que otro complejo con su cuerpo.
La verdad es que de figura no se puede quejar: las infinitas curvas de Kim Kardashian son de las más envidiadas, e incluso ella misma ha mostrado orgullosa su trasero, con una instantánea que también dio mucho de que hablar, ya que todo apuntaba a que había pasado por quirófano para ponerse implantes.
Aunque ella aseguró que sus posaderas eran 100% natural, ahora, la protagonista de Keeping Up With The Kardashian acudía durante su programa a la consulta del Dr. Simon Ourian. Y es que la futura mujer de Kanye West no está conforme ¡ni con sus manos ni con sus pechos!
El objetivo primero de la visita eran sus manos, y es que Kim no cree que sean bonitas y le acompleja bastante. "Estoy obsesionada con mis manos", decía. "Creo que están muy arrugadas... ¿hay algo que las estire?".
Y tras esa petición, la joven no duda en consultarle al doctor sobre una cicatriz que tiene en un dedo del pie. Un problema que, tal y como le dice el doctor, tiene fácil solución con láser, que además es muy eficaz a la hora de borrar las marcas formadas por estrías. Algo que hace que a Kim se le ilumine la cara, ya que no le gustan las estrías que ella tiene en el pecho, normales para alguien que ha sido mamá recientemente y ha pasado el periodo de lactancia.
Y así, sin pensárselo dos veces, Kim decide que sería una magnífica idea borrarlas definitivamente, y por eso se enfunda el camisón y se somete al láser, borrando tanto la cicatriz del dedo del pie, como las molestas estrías que tanto la incomodaban. Un paso rápido y eficaz que la hará estar más a gusto consigo misma.
