LOS ANGELES 12 Nov. (EUROPA PRESS) -
A sus 88 años, Betty White conserva una salud de hierro, una figura estupenda y una belleza envidiable. La legendaria actriz ha confesado sus más íntimos secretos para lucir así de bien y lo primero que ha dicho es que ella no necesita ningún ascensor.
Betty White ha confesado que se mantiene en forma gracias a su abilidad para subir y bajar corriendo las escaleras de su casa de dos pisos: "Tengo una casa de dos plantas y muy mala memoria".
"Así que me paso todo el día subiendo y bajando esas escaleras", explicó. "Ese es mi ejercicio", añadió. Además, Betty admite ser una adicta a la comida basura tan de moda en Estados Unidos.
La legendaria artista asegura que come patatas fritas todas las noches, eso sí, acompañadas de una buena ensalada o verduritas cocidas o a la plancha. También contó, como anécdota divertida, que hay un perrito caliente que lleva su nombre en el restaurante Pink de Los Angeles.
"Se llama 'Betty, desnuda en la ciudad' porque no le añado ningún ingrediente extra", dijo muy risueña la actriz.
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