MADRID, 20 Mar. (CHANCE) -
Adriana Ugarte ha posado para el número de abril de la revista Glamour, y se ha abierto hablando sobre algunas de sus primeras veces...
La primera vez que hice un casting fue para Mala espina, que dirigía Belén Macías, yo tenía 15-16 años y era para un personaje de una niña con un brote de esquizofrenia y pensaba que se me iba de las manos.
La primera vez que supe que quería ser actriz fue viendo la película de Blancanieves con mi abuela, se apagaron las luces, se quedó la sala en silencio y todo me pareció tan mágico que dije que quería formar parte de esta atmosfera.
La primera vez que me hicieron llorar... no sé. Yo siempre he sido muy llorona y mi madre siempre decía que era de teatro y que era una manipuladora para conseguir cosas.
La primera vez que sentí que ya no era una niña. Todavía por momentos siento que soy una niña y no me quiero desprender de esa sensación. Me hace muy feliz.
¿La primera vez que me negué a rodar una escena? Nunca, porque siempre leo y releo muchísimo el guión y si firmo un contrato lo voy a hacer todo.
La primera vez que me di cuenta de que los 30 eran muchísimo mejor que los 20 fue cuando tuve mi primer disgusto a los 30 años y se me pasó mucho más rápido. Me pasó una cosa gorda, hasta hasta la gente próxima se sorprendía de que me lo hubiera tomado tan bien
