MADRID, 18 Jun. (CHANCE) -
Ayer fue uno de los días más esperados, la boda de Alice Campello y Álvaro Morata. Un día inolvidable para los recién casados y por supuesto, para todos aquellos que tuvieron el privilegio de acudir al enlace. La boda prometía sorpresas y las hubo. Comenzando con los barcos que trasladaron tanto a la pareja, como a cada uno de los invitados a la iglesia y al lugar del convite. La cifra de invitados rondaba los 400. El enlace se celebró en Venecia, ciudad natal de la novia, en concreto en la iglesia de Chiesa del Redentore, para luego pasar a la celebración en el Hotel Marriot.
La pareja decidió no escatimar en gastos. Una decoración romántica y de ensueño con el color blanco como protagonista. Desde el vestido y el ramo de flores de la modelo e influencer, hasta el techo del Hotel Marriot que acabó cubierto de formas geométricas y flores blancas. Una auténtica boda italiana que no dejó indiferente a nadie. Los invitados acudieron siguiendo el dress code adecuado para la cita.
La llegada de los novios a la iglesia en barco nos dejó una preciosa estampa digna de cualquier película de Hollywood, demostrando la felicidad de los novios que hicieron realidad su sueño.
