MADRID, 16 Oct. (CHANCE) -
Uno de los miedos de Isabel Pantoja es que no haya ninguna sucesora como ella en el mundo de la copla, de los escenarios, de los programas de televisión, del folclore, del flamenco y de las batas de cola... Y lo cierto es que el número de artistas que se dedican a este ámbito de la música tan bonito ha descendido con el paso de los años, pero sigue habiendo artistas, como la copa de un pino, que no dejarán que el flamenco y la copla se extinga.
Una de las artistas de esta época pasada que tantos buenos momentos nos regaló es Carmen Sevilla. Una actriz, cantante, bailarina de las que no quedan y con la que pasamos muy buenos momentos en televisión y en todas las películas que llevó a cabo. Pero, como no podía ser de otra manera, la edad no perdona y ahora, su realidad es otra.
La cantante lleva diez años ingresada en una residencia de Aravaca donde está completamente atendida las 24 horas del día. Su último trabajo delante de las cámaras fue presentar Cine de Barrio, que lo tuvo que dejar porque su enfermedad, alzheimer, le pasaba ya factura en sus últimas apariciones.
Siempre muy cuidada por todos los que han trabajado con ella a lo largo de los años, Carmen Sevilla es una de las artistas de nuestro país que más querida se ha sentido por su público y por sus compañeros de profesión. Su hijo y su amigo Moncho, son los únicos que siguen yendo a visitarla ya que, dado el estado de salud en el que se encuentra y más ahora, por las restricciones del Covid, hay que tener más precaución.
Pero esté donde esté ya parezca dónde aparezca, Carmen Sevilla sigue brillando porque su legado en el mundo de la música y de la interpretación será inmenso a pesar del paso de los años y sobre todo, del avance o no de la enfermedad que lleva años consumiéndola como persona.
