MADRID, 21 Nov. (CHANCE) -
Enamorados desde hace 27 años y casados por lo civil desde 2003, Carmen Tello y Curro Romero ultiman los detalles de su boda religiosa, una ceremonia íntima y privada a la que asistirán tan solo sus familiares y su entorno más cercano y que tendrá lugar "antes de que finalice este año". Así nos lo ha contado la sevillana en la misa funeral en memoria de su gran amiga la Duquesa de Alba, a la que confiesa que sigue recordando cada día y a quien echarán de menos en su enlace por la Iglesia, para el que confiesa que "falta muy poquito ya".
A pesar de que en un primer momento se dijo que la boda tendría lugar en la primavera de 2022, los problemas de salud del 'Faraón de Camas' - padece un cáncer de laringe del que se recupera favorablemente - han ido retrasando la celebración, que de la que Carmen adelanta que no nos enteraremos hasta que haya tenido lugar porque quieren que sea "una cosa muy privada".
"Curro está muy mayor, tiene 89 tacos que va a cumplir y aunque ha tenido una época mala, con un tratamiento que le han puesto está mucho mejor" afirma, explicando que su ausencia en la misa homenaje a Doña Cayetana se debe a su "miedo a enfriarse", ya que quiere estar perfecto para su enlace, cuya fecha exacta la sevillana se niega a revelar.
Una boda religiosa que no han podido celebrar en sus casi tres décadas de amor porque Concha Márquez Piquer - primera mujer de Curro - se negó desde el primer momento a solicitar la nulidad eclesiástica de su matrimonio. El fallecimiento de la artista en octubre de 2021 hizo que la pareja retomase sus planes y ahora, más de un año después, cuentan los días para darse el 'sí quiero'. Un sueño cumplido, como confiesa Carmen, que no se vestirá de novia sino que lucirá un discreto traje en color pastel. Sus declaraciones, ¡en el siguiente vídeo!
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