MADRID, 24 Nov. (OTR/PRESS - Ruth Fernández) -
La prometida del príncipe Alberto de Mónaco, Charlene Wittstock, acudió por primera vez a los actos de la Fiesta Nacional, donde fue recibida con aclamación por los monegascos, que esperaban impacientes la llegada de su futura soberana.
La ex nadadora sudafricana posaba, espectacular, con la que a partir del próximo uno de julio será su familia política: la princesa Carolina con sus cuatro hijos, Andrea, Carlota, Pierre y Alexandra, y la princesa Estefanía, que acudió sola al evento.
Durante la misa de Acción de Gracias en la catedral de Montecarlo, el glamour de Charlene contrastó con la sobriedad de las princesas Carolina y Estefanía, como puede verse en las imágenes que publica la revista 'Semana', en la que viste un precioso traje sastre de Armani Privé, confeccionado en seda de fantasía, en tonos tabaco y marfil. A la que añadió una original pamela negra.
También en la tradicional velada en la Ópera de Montecarlo, a la que el Príncipe asistió con su prometida y su hermana Carolina, la sudafricana impactó de nuevo con un deslumbrante vestido de línea de sirena bordado con lentejuelas en tonos beis y marrón.
Sin embargo, a pesar de la elegancia que derrochó Charlene en su primera aparición en la Fiesta Nacional de Mónaco, donde vive desde 2006 cuando Alberto la presentara en sociedad en el Gran Premio de Mónaco de Fórmula 1, el momento cumbre llegó a media mañana, cuando el príncipe salió al balcón central del palacio de Grimaldi para saludar al pueblo monegasco junto a su futura reina.
