MADRID, 11 Dic. (CHANCE) -
Cristiano Ronaldo atraviesa uno de los mejores momentos de su vida, tanto profesional como personal, y como viene siendo costumbre ha querido celebrar las buenas noticias en el que se ha convertido en su restaurante favorito de la capital, al lado de Georgina Rodríguez.
Tras volver de recoger en París su quinto Balón de Oro, que le corona como uno de los mejores jugadores de fútbol de nuestra historia, Cristiano quiso celebrarlo durante la noche del sábado en Tatel -el restaurante del que es socio junto a Rafa Nadal, Pau Gasol y Enrique Iglesias- acompañado de Georgina Rodríguez y amigos de la pareja.
Aunque es frecuente encontrarse al galáctico en el restaurante de la Castellana, en esta ocasión y a pesar de cenar en uno de los reservados del restaurante, lo hizo con las cortinas abiertas al alcance de la vista del resto de las mesas, tal y como desvelan algunos presentes.
Según hemos podido saber, Cristiano y Georgina compartieron confidencias durante toda la noche al igual que muestras de cariño, animándose incluso a bailar desde la mesa la ritmo del Dj de la sala. Pero el momento que más llamó la atención a los presentes fue cuando un niño se acercó al portugués y demostrando una vez que los más pequeños son su debilidad, le atendió amablemente firmándole incluso una camiseta.
Sin embargo y después de una velada de lo más divertida, el futbolista abandonó el restaurante por una puerta diferente a la principal, evitando así ser captado por los paparazzis. Desde que naciera Alana Martina la pareja intenta encontrar tiempo para disfrutar sin los pequeños de la casa y de su ocio con amigos siendo Tatel su centro de operaciones, y es que el restaurante es ya uno de los más frecuentados por los grandes deportistas de nuestro país y durante este puente también han disfrutado de sus platos Modric y Kosavic, compañeros del Real Madrid, u Oblak, portero del Atlético de Madrid.
Y es que Tatel se ha convertido en sinónimo de éxito y mientras Cristiano cenaba en el de Madrid, la modelo internacional Cindy Crawford lo hacía en el Miami como imagen de Consentino con un evento que revolucionaba la ciudad del sol.
