MADRID, 17 Abr. (CHANCE) -

   La guerra judicial entre Diego Matamoros y Tanit grande no ha hecho más que empezar. El juicio que estaba previsto para el 27 de marzo se ha llevado finalmente a cabo esta mañana volviendo Diego y su exnovia a verse las caras después de la denuncia que esta interpuso por supuesta agresión.

   Aunque Tanit ratificó su declaración y terminó declarando que el puñetazo no fue como tal, sino que se trató de un "golpe fortuito", según aseguraba Kike Calleja, esta pediría para Diego un año y medio de cárcel, cuando el fiscal tan solo pedía seis meses.

   Pero hoy han vuelto a verse las caras en el Juzgado de Violencia de género de Madrid, donde se trasladó la denuncia por los supuestos malos tratos. La primera en llegar ha sido Tanit acompañada de su madre y su actual pareja, que acudía como testigo presencial. Tanit ha intentado no ser fotografiada tapándose la cara con un pañuelo y visiblemente nerviosa, mientras que Diego ha llegado sereno y acompañado únicamente de su abogado.

   Aunque Tanit no ha querido hacer declaraciones a la prensa, defendiéndo que es un personaje anónimo, Diego sí que ha querido pararse para contestar a los periodistas a la salida:  "Hemos llegado a un acuerdo con el fiscal, yo he asumido lo que siempre he dicho, que fue un golpe fortuito al ir hacía él y le di un golpe a ella pero por una caída" confesaba Diego, que ha desvelado la sentencia:  "ocho meses a doscientos metros de distancia y una pena de trabajo social durante 21 días".

   Diego también ha aprovechado para confesar que asume su error y reconoce que quiere dar carpetazo a esta historia de su vida, aunque continúa decidido en seguir adelante con las pruebas de paternidad y que se reconozca que es el padre de la hija de Tanit.