MADRID, 19 Jul. (CHANCE) -
El divorcio de Rafael del Pino y Astrid Gil-Casares ha conmocionado al mundo de las finanzas y es que se trata de una de las rupturas más millonarias de los últimos años.
Después de diez años casados y con tres hijas en común, Astrid ha solicitado el divorcio al segundo hombre más rico de España, que según Forbes amasaría una fortuna de 8.600 millones de euros.
Parece que la exejecutiva y el presidente de Ferrovial no han terminado su relación de la mejor manera posible y tras interponer Astrid la demanda de divorcio están a la espera de un consenso. Este pasado el lunes 18 de julio la expareja acudía a los juzgados de familia de Francisco Gervás para alcanzar un acuerdo por la custodia y régimen de visita de las niñas que tienen.
Gil Casares y del Pino llegaban por separados y han estado en el interior, más horas de lo previsto ya que llegaban como vio CHANCE en exclusiva a las 10:30 de la mañana y salían a las 16:30 de la tarde.
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Es en medio de toda esta polémica, cuando la ex pareja ha tenido que verse las caras en un encuentro bastante tenso para acordar la guardia y custodia de las tres hijas que tiene el matrimonio en común, y que de no acordarse un régimen de visitas compartido el proceso podría complicarse.
Todo parece indicar que el divorcio entre la sexta fortuna del mundo y la que fuera ejecutiva de banca está siendo de todo menos amistoso. A la salida del juzgado, ninguno de los dos protagonistas de la historia ha querido hacer declaraciones al respecto y ambos han mostrado un semblante serio y cansado, tras pasar largas horas en el interior del recinto.
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