MADRID, 27 Jul. (EUROPA PRESS) -
La antorcha olímpica ha continuado su recorrido tal y como marcaba la ruta planificada por la organización olímpica. Si ayer fueron el Príncipe Carlos y su esposa Camilla quienes asistieron a su relevo, hoy era el turno del Príncipe Guillermo, la Princesa Catalina y el Príncipe Enrique, a quienes les tocaba recibir la esperada llama.
El trayecto ha finalizado a las puertas del Palacio de Buckingham en Londres. Allí se encontraban los tres miembros de la familia real británica, pacientes e ilusionados. Y es que no todos los días la ciudad inglesa tiene la oportunidad de celebrar un evento tan importante como son los Juegos Olímpicos 2012.
De esta forma, los Duques de Cambridge y el Príncipe Enrique vestían el uniforme de calle del equipo británico, diseñado por Stella McCartney. Como siempre, la Princesa Catalina fue el centro de todas las miradas. Con un polo blanco, unos pantalones ajustadísimos de color azul eléctrico y unas cuñas de esparto negras, la esposa del heredero hizo gala de su impresionante figura.
Tanto ella como los dos hermanos estuvieron conversando con los deportistas que acudieron a esta ceremonia. Además, los tres mostraron una actitud cercana y amable ante los espectadores que salieron a la calle a primera hora de la mañana para no perderse el paso de la llama.
La antorcha, que ha sido llevada por cientos de relevistas durante su recorrido por el país, atraviesa su tramo final. Tan sólo le quedan unos últimos kilómetros antes de llegar mañana al Estadio Olímpico para inaugurar los Juegos. Londres tiene la suerte de vivir los terceros en su historia después de los de 1908 y 1948.
Cuando el reloj marque las 20.00 horas dará comienzo uno de los actos más esperados desde hace cuatro años.
