MADRID, 3 May. (EUROPA PRESS) -
La Duquesa de Alba presentó el pasado fin de semana en sociedad a Alfonso Díez. Doña Cayetana de Alba y el funcionario de la Seguridad Social acudían del brazo al enlace matrimonial del hijo mayor de la Duquesa de Fernandina y sobrino del Duque de Medina Sidonia. La polémica y popular pareja acaparó toda la atención en la iglesia de Santa Bárbara.
Alfonso Díez ya había sido presentado a las más íntimas amistades de la Duquesa en una comida entre amigos celebrada en el Palacio de Dueñas, en Sevilla. Pero la definitiva presentación en sociedad tuvo lugar el pasado fin de semana en la boda de José Márquez.
Doña Cayetana acudió a la iglesia de Santa Bárbara del brazo de la que es su pareja desde hace ya dos años donde ambos se mostraron radiantes de felicidad.
La Duquesa de Alba lució un traje gris plata con tocado en tono burdeos y un pequeño bolso a juego que colgaba de su brazo. En un gesto de coquetería, puso un poco de tacón a us zapatos, algo poco habitual en ella.
El novio de Doña Cayetana, mucho más tradicional, iba con traje oscuro y corbata celeste de lunares blancos. Al principio llevaba gafas de sol que más tarde cambió por unas graduadas.
Formando un gran revuelo entre los allí presentes, la Duquesa se bajó del coche y Alfonso, con un gesto de galantería, se colocó a su lado y le ofreció su brazo para entrar juntos a la iglesia.
Con paso firme ambos subieron las escaleras con gran agilidad hasta que Cayetana tropezó con un escalón y perdió uno de los broches que llevaba en los zapatos, protagonizando así la anécdota del día.
Por suerte, todo se quedó en un pequeño traspiés y la pareja continuó posando, muy sonriente, para los fotógrafos.
Pero los verdaderos protagonistas del día eran los novios, José Márquez y González de Gregorio, hijo de la Duquesa de Fernandina y su primer marido, Rafael Márquez y Osorio, Conde de las Torres de Alcorrín, y Edina Zichy Sánchez-Arjona, hija del Conde Imre Zichy de Zich et Vasonykëo y de Teresa Sánchez-Arjona.
El primero en llegar a la iglesia, como marca la tradición, fue el novio acompañado de la madrina, la Duquesa de Fernandina que lucía un espectacular y elegante vestido largo en tono rosa fucsia y la tradicional mantilla a conjunto con unos guantes largos y negros.
El resto de los invitados fueron llegando a la iglesia de Santa Bárbara y tras el enlace se dirigieron al convite nupcial que tuvo lugar en el Club de Puerta de Hierro, en Madrid.
