MADRID, 29 Sep. (CHANCE) -
Después de meses complicados en los que la relación entre Kiko Rivera y Anabel Pantoja ha estado a punto de romperse en más de una ocasión - de hecho estuvieron una temporada sin hablarse - los primos han conseguido superar sus diferencias y, demostrando que su cariño está por encima de todo, el Dj ha puesto rumbo a la isla de La Graciosa para asistir a la boda de la que es como una hermana para él.
Ha sido este martes por la tarde cuando, aparcando todos sus compromisos profesioanles, Kiko e Irene Rosales han volado desde Sevilla a las Islas Canarias para acompañar a Anabel y a Omar Sánchez en los días previos a su gran fiesta, que tendrá lugar este viernes y que todos esperan expectantes.
Acompañados por sus hijas Ana y Carlota, muy unidas a su 'tita' Anabel, la pareja se ha mostrado de lo más seria y parca en palabras. Tan solo un "hombreee" ha salido de la boca de Kiko cuando le hemos preguntado si iba al "bodorrio del año", evitando pronunciarse sobre el delicado estado de salud de su abuela Ana Martín, que tras unos días ingresada en un hospital gaditano con pronóstico grave, fue dada de alta a finales de la semana pasada y se recupera en Cantora en compañía de Isabel y Agustín Pantoja, dos de los grandes ausentes en la boda de su sobrina Anabel.
Las imágenes de Kiko e Irene poniendo rumbo a la boda de Anabel Pantoja, ¡en el siguiente vídeo!
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