MADRID, 16 Sep. (CHANCE) -
El caso de Mario Biondo ha vuelto a la luz después de que Luis Pliego haya anunciado en el programa de La mañana que el fiscal italiano, Geri Ferrara, ha dictaminado que Mario Biondo se suicidó, desechando la idea de asesinato. Aunque el caso todavía continúa investigándose, esta se convierte en la decisión judicial que llega después de la reapertura del caso en Italia. El fiscal de Palermo decidió reabrir el caso a petición de la familia del cámara que afirmaba que su hijo había sido asesinado porque había descubierto un gran secreto.
Paolo Procaccianti ha sido el médico forense que ha estudiado el cadáver de Mario Biondo; él ha descartado por completo la hipótesis de asesinato.
Aún así, los medios italianos como Palermo Today afirman que aún quedan muchos cabos sueltos por resolver según lo que les cuenta la propia familia Biondo. Sin embargo, CHANCE ha podido saber que por mucho dolor y por mucho que le cueste a la familia del cámara afrontar su muerte, la fiscalía en breve cerrará el caso, al no existir ningún indicio.
Todo secundado por un allanamiento que sufrió el médico en su estudio mientras llevaba el caso del marido de Raquel Sánchez Silva. La familia sostiene que a su hijo le suministraron Burundanga, una droga colombiana como la cocaína... pero con efectos que te anulan la voluntad del que lo ha consumido. Se puede suministrar ya sea por bebida o inhalado y por la que una dosis fuerte podría sufrir un infarto.
Además, aseguran que después los ladrones registraron los cajones y armarios de Procaccianti pero no se llevaron nada con ellos.
A pesar de todo, como os comentábamos, Procaccianti el médico forense ha descartado por completo la hipótesis de asesinato. De hecho él no dudó en afirmar hace meses: "Yo no puedo inventarme un asesinato". Lo que nunca se sabrá realmente, es si fue intencionado o no por su parte.
Un caso cerrado en nuestro país y para la fiscalía italiana, donde una vez más la familia del marido de Raquel Sánchez Silva, intenta dar un giro inesperado al caso.
