MADRID, 13 Jun. (EUROPA PRESS)
Puede que se trate del peor año de su vida y es que desde que se divorció de Ashton Kutcher, Demi Moore no ha vuelto a levantar cabeza. Tras el colapso que sufrió a principios de año y el mes de rehabilitación, no ha sido suficiente para que vuelva a hacer vida normal.
Aún así, Demi Moore en todo momento ha contado con el apoyo de su familia, y en concreto de sus hijas. Pero son ellas las que se han dado cuenta de que realmente no está bien, según apunta la web estadounidense RadarOnline.
El comportamiento de Demi está siendo objeto de preocupación de las personas de su alrededor. Fuentes cercanas a la familia han contado que el comportamiento de Demi Moore últimamente está siendo muy preocupante.
"Están realmente preocupadas por todo lo que está haciendo últimamente y están empezando a enfadarse. Demi ha estado haciendo cosas que les preocupan, como que no consigue permanecer sobria", afirma esta fuente, "Lo último que necesitan sus hijas es que su madre pase por un episodio más".
El pasado fin de semana se graduó Tallulah y Demi Moore se presentó al acto con mal aspecto, muy delgada y se enfundó en un vestido demasiado corto, según apunta RadarOnline.
"Demi no tiene un aspecto saludable. Sus hijas están preocupadas y temen que pueda tener una recaída", confiesa esta fuente al portal web, "Demi Moore no muestra cercanía con sus hijas en ningún momento y su relación es tensa".
Parece que está a la vuelta de la esquina una nueva recaída de Demi Moore, aunque estuviera dispuesta rehacer su vida.
