MADRID, 16 Jun. (CHANCE) -
Irene Rosales está de enhorabuena. Y es que aunque la mujer de Kiko Rivera no está atravesando por su mejor momento tras la muerte de madre el pasado mes de febrero, 29 años no se cumplen todos los días. Así que la sevillana ha hecho de tripas corazón y ha disfrutado de un día de lo más completo para celebrar, en familia, su cumpleaños.
La jornada empezó con un desayuno íntimo para dos, puesto que aprovechando que Ana y Carlota - las dos hijas del matrimonio - se encontraban en Cantora con Isabel Pantoja, Kiko e Irene se regalaron un rato tranquilo para hacer balance del que, en palabras del dj, ha sido el "peor año de sus vidas" con motivo del cumpleaños de la colaboradora televisiva.
Posteriormente, el hijo de Paquirri sorprendía a su mujer con diversos regalos que un mensajero llevó hasta su domicilio en Castilleja de la Cuesta. El propio Kiko era el encargado de recoger varios globos de color dorado con el número veintinueve y otros de temática infantil con el estampado de la película "Frozen"
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A mediodía, la cumpleañera y su marido salían de su casa entre sonrisas para ir a comer a Cantora con motivo de un día tan especial. Irene, tan discreta como de costumbre, confesaba que "no" tenía ganas de celebrar su cumpleaños y que se acercaban a ver a su suegra para "recoger a las niñas", que debido a los compromisos laborales de la pareja han pasado varios días en la finca con Isabel Pantoja.
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Después de entrar a toda velocidad en Cantora, Irene fue la encargada de bajarse del coche para abrir la verja.
Nos quedamos sin saber cómo transcurrió la comida de cumpleaños de la sevilla, pero conociendo a Isabel Pantoja, seguro que tenía preparada una gran comida al borde de la famosa piscina que tantas fiestas familiares ha albergado.
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