JAPÓN, 23 May. (EUROPA PRESS) -
La emoción de Katy Perry se convirtió en tristeza cuando su esposo, Russell Brand se disponía a entrar en Japón para disfrutar de unos días libres en su lugar favorito. El consumo de drogas y su mal comportamiento han sido las excusas de su deportación.
Katy Perry se encuentra en plena gira 'California Dreams'. Los escenarios japoneses esperan su actuación como agua de mayo, pero ella, además, esperaba la visita de su esposo. "¡Estoy tan emocionada!", tuiteó la cantante.
Pero esa alegría pronto se convirtió en reivindicación y tristeza, Russell Brand solo pudo pisar el aeropuerto japonés, porque minutos después de su aterrizaje los miembros de la aduana prohibieron la entrada del británico en el país. Su argumento consistió en una acusación de hace 10 años: "Consumo de droga y mal comportamiento".
Bien es sabido que las leyes orientales son estrictas en cuanto a las personas que dejan entrar en su país, pero no todo el mundo lo entiende de la misma manera. "No puedo creer lo que le pasó a mi esposo", tuiteó Perry cuando se enteró del terrible desenlace.
"Estoy muy triste. Lo he traído hasta aquí para conocer su lugar favorito", añadió la intérprete de 'Firework'.
La tristeza de Perry sorprende ante el humor que el actor británico asumió ante el asunto tuiteando: "Planificando escapar de la custodia japonesa. Pero es bien difícil escavar un túnel con un palillo".
No es la primera vez que la aduana oriental prohíbe la entrada a su país. El año pasado la protagonista que se quedó sin pasear por Shinjuku fue Paris Hilton: su coqueteo con las drogas frenó su viaje.
