MADRID, 1 Abr. (CHANCE) -
Aunque fue uno de los rostros más populares de la televisión y pertenece a una de las sagas más mediáticas de nuestro país, hoy en día Julián Contreras permanece alejado del foco público.
Eso sí, el hijo de Carmina Ordóñez continúa siendo noticia a día de hoy y el escritor ha roto su silencio para Europa Press, contándonos cómo está viviendo esta cuarentena al lado de su padre y en que punto se encuentra la relación con sus hermanos, Fran y Cayetano Rivera, con quienes no tiene relación desde hace años aunque se ha producido un acercamiento en relación a la grave crisis del coronavirus.
"Al principio un desconcierto muy grande pero eso es una cosa que nos ha ocurrido a todos, la humanidad se ha creído su propia propaganda positiva y nos creímos que había cosas que eran nuestras y que nadie nos los podía arrebatar. Creíamos que esto era de películas y lugares tercermundistas y hemos visto que no, que puede ocurrir y que nadie estaba preparado para afrontarlo aunque estuviera en el imaginario de alguno. Los primeros días una adaptación mayor y luego ya poco a poco te vas haciendo al molde y lo vas aceptando mejor", confiesa Julián sobre cómo está viviendo esta crisis, deshelándonos que es lo que más le ha costado: "Al final hay una cosa que tenemos en desuso, que vemos tan normal dar la mano, un beso, un abrazo, esa ausencia con los más cercanos, yo vivo con mi padre y por seguridad mantienes consciente o inconscientemente una distancia que se hace un poco fría, difícil".
Una cuarentena que está pasando al lado de su padre, como la mayoría de situaciones complicadas de su vida. "Bien, tiene una preocupación mayor, es más hipocondríaco que yo, esto son malos tiempos para los hipocondriacos pero bien, estamos en casa tranquilos, seguros y al final es lo importante", responde sobre el estado de su progenitor, a quien puede cuidar durante esta crisis sanitaria: "Creo que debe ser así, en cierto modo es hasta bonito, al final en la vida nuestros padres nos crían y nos protegen y luego hay una pequeña conversión en ese sentido, es muy entrañable, yo lo hago con mucho gusto y ojalá y pueda hacerlo durante muchos años".
Y aunque la intensa convivencia podría provocar algunos roces o enfrentamientos, no es el caso de Julián y su padre: "Nosotros por suerte tenemos una relación formidable, una química muy buena, un entendimiento que nos permite compartir todo lo que hacemos durante el día pero no cabe duda que hay un momento para ti, creo que eso es lo que peor llevan algunas personas, la soledad, enfrentarse a ellos mismos", reconoce Contreras.
Con quien la relación no es igual de buena es con sus hermanos, Fran y Cayetano Rivera, con quienes ha roto vínculos. Eso sí, la crisis del COVID-19 ha hecho que ambas partes muestren su interés mutuo y se produzca un acercamiento con su hermano Cayetano: "Nos hemos interesado mutuamente el uno por el otro y creo que eso evidencia lo que he dicho siempre, no tengo una mala relación, no tengo relación. He insistido en ello y me alegra que ahora se ponga en evidencia, es una cosa diferente. Yo entiendo que una mala relación implica una negatividad, yo no lo he tenido nunca lo que pasa es que mi día a día se compone de otra manera, todos tenemos una edad y si la tengo yo ellos más, creo que ya nuestras vidas están bastante asentadas y tienen un sendero bastante definido. Mientras se mantenga la cordialidad y la parte más familiar creo que está todo bien", explica el hijo de Carmina Ordóñez.
"Un interés mutuo que yo agradezco como quiero creer que ellos también y ya está. Es momento de que pase esto cuanto antes y de que todos podamos recuperar lo antes posible y con mayor facilidad la rutina, la inercia y todo", continúa Julián, que asegura que desea lo mejor a sus hermanos: "Yo siempre he dicho que yo me voy a alegrar de todo lo bueno que les pase y voy a lamentar muchísimo todo lo malo que les ocurra. Siempre, tenga o no contacto, es una cuestión inherente a mi forma de ser, a mi personalidad, a la memoria de mi madre, a la enseñanza de ella y la voluntad de mi padre y un montón de matices más. No está en mi naturaleza desear algo negativo y menos a miembros de mi familia por muchas diferencias o distancias que pueda tener con ellos. Son cosas completamente diferentes, no hay que dejar que las pasiones te arrollen, esto es un caso excepcional. Estoy viendo mucha gente que está cambiándose estéticamente, estas cosas psicológicamente hay que masticarlas. Es un tiempo de mucha soledad", sentencia Julián Contreras.
