MADRID, 24 Feb. (CHANCE) -
Kanye West dio el año pasado un paso más en su profesión y abrió un servicio dominical que opera desde el enero de 2019. Un pequeño espacio que busca ofrecer una experiencia religiosa, musical y espiritual exclusivo solo para aquellas personas invitadas por los Kardashian. Además de realizarse cada semana en un lugar diferente, West realiza actuaciones privadas acompañado por un coro de gospel en las que entona tanto canciones cristianas como sus propias creaciones. El servicio, que ha ido adquiriendo más y más fama cada vez, ha contado con la presencia de Justin Bieber el pasado domingo.
Ataviado con uno de sus inseparables chándales, en este caso en color rojo, Bieber se situó en el centro del escenario y cantó una preciosa versión instrumental de Never would have made it, canción de Marvin Sapp. Bajo la atenta, y asombrada, mirada de todos los asistentes, el artista entonó la melodía respaldado por el coro de gospel y se fundió en un cariñoso abrazo con Kanye West al final de la actuación. Una actuación muy aplaudida que fue grabada y retransmitida por Kim Kardashian en las historias de su cuenta de Instagram.
El propio Bieber ha compartido un fragmento de la actuación en sus redes sociales. Tras esta, el joven se quedó el resto del servicio junto al clan Kardashian y disfrutó de las diversas canciones que el coro, en conjunto con Kanye en ocasiones, entonó durante todo el servicio. Sin duda, esta grabación es todo una demostración de las capacidades del artista para todos aquellos que durante años le han acusado de no saber cantar. ¿Volveremos a ver a Bieber en otro servicio dominical del rapero?
