MADRID, 8 Nov. (CHANCE) -
Parece que la buena racha de niño bueno de la que hacíamos gala de Justin Bieber ha acabado más rápido de lo que esperábamos. Nada bueno auguraba ya que el joven tuviese una nefasta promoción de su último disco en España, donde causó polémica en el programa de Dani Mateo donde sin querer queriendo, 'rompieron internet'.
Luego las cosas no han ido a mejor en Oslo, cuando se negaba a dar un concierto porque había agua derramada en el escenario. Solo interpretó un tema y nada más, dejando sin duda a sus fans con una cara de póquer digna de enmarcar. Pues bien, la desgana y el enfado y por mucho que diga Sorry como en algunos de sus temas, no significa que a Justin Bieber no le pase algo.
El canadiense parece que está en contra del mundo -ese que ahora mismo no le ha hecho nada- o por lo menos, no lleva muy bien la locura de volver a ser el centro de atención de los fans y sobre todo de los medios. Pero sin duda, cada paso que da es noticia. Esta vez la víctima de su ira ha sido su enemiga número 1. Tiene cuatro patas y sirve para sentarnos, la archienemiga del intérprete de What do you mean es una silla.
O al menos eso se puede apreciar cuando el joven fue pillado in fraganti por un comensal que estaba disfrutando de los platos de un restaurante en Cannes (Francia), lugar al que había acudido Justin seguro que de promoción. Los motivos de la ira de Justin se desconocen, pero en el vídeo que circula por la red vemos al joven levantándose con énfasis y tirando la pobre silla de la mesa de dicho restaurante, la cual no tenía la culpa de nada.
La protagonista de la agresión no ha querido hacer ninguna declaración y finalmente, con cierta filosofía, el cantante se ha tomado con humor lo que ha hecho... lo que no quita de nuestra cabeza la siguiente cuestión, ¿qué le ocurre a Justin Bieber? ¿Por qué tanta ira? Sin duda estas salidas de tono nos desconciertan bastante...
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