MADRID, 23 Nov. (CHANCE) -
Mientras Francisco y Cayetano Rivera han anunciado que esta semana presentarán un requerimiento judicial para que Isabel Pantoja les entregue voluntariamente los objetos de Paquirri que éste dejó en herencia a sus tres hijos y que, por tanto, les pertenecen, Kiko Rivera todavía no ha desvelado los siguientes pasos a dar ni si se alineará con sus hermanos en contra de su madre.
Después de entrar en directo en "Viva la vida" y "avisar" a Isabel Pantoja que está en sus manos - levantando el teléfono y llamándolo para arreglar las cosas relacionadas con la herencia de su padre - detener el linchamiento público al que está siendo sometida en los últimos días, Kiko prefería no contar nada relacionado con el caso, asegurando que todo estaba en manos de sus abogados, que le prohibían hablar del asunto.
Sin embargo, hoy, coincidiendo con la llegada a Sevilla - después de pasar el fin de semana en Madrid trabajando - de Irene Rosales, en vez de recoger a su mujer en la estación del AVE, o esperarla en casa para mostrarle todo su apoyo después de haber vivido una de sus peores tardes en televisión, Kiko ha abandonado su domicilio durante buena parte de la mañana. Su destino podría haber sido algún tipo de reunión profesional para seguir recabando información y documentos relativos a la herencia de su padre y a los movimientos económicos que Isabel Pantoja realizó con su parte de Cantora a sus espaldas. El Dj, muy discreto, da la callada por respuesta y pese a saludar educadamente a la prensa - siguiendo los consejos de Ana Rosa Quitana un día más - evita confirmar si, después de sus duras palabras, su madre se ha puesto por fin en contacto con él.
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Donde sí ha hablado Kiko ha sido, cómo no, a través de sus redes sociales, donde ha compartido una canción de lo más elocuente de Alaska, "Mil campanas", cuya letra podría ser una nueva indirecta muy directa a Isabel Pantoja y, a la vez, toda una declaración de intenciones por parte del Dj, que no piensa ceder en su guerra con la tonadillera : "Qué difícil es pedir perdón. Ni tú ni nadie, nadie, puede cambiarme".
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