MADRID, 13 Ene. (EUROPA PRESS)
El responsable de la Unidad de Cuidados Intensivos de la Clínica de la Luz de Madrid, Antonio Maudes, ha indicado que las lesiones que causaron la muerte a Enrique Morente en este hospital se produjeron en la segunda operación que se realizó al cantaor, quien falleció el 13 de diciembre de 2010.
Según ha manifestado este viernes, en declaraciones a ABC Punto Radio, recogidas por Europa Press, señala que, aunque no puede ser "tan taxativo" en esta afirmación, "esto es lo evidente, viendo la evolución del paciente".
Actualmente, el proceso judicial de este caso se encuentra en su fase de instrucción, una causa que ha enfrentado al servicio de cirugía con la Unidad de Cuidados Intensivos del centro hospitalario, y que mantiene imputados a seis médicos.
Maudes, exculpado de toda responsabilidad, relata que decidió realizar un TAC en el momento en el que "tanto la enfermera que recibió a Morente después de la segunda intervención, como el médico que está de guardia y lo explora tuvieron datos y vieron síntomas y signos de que el paciente podía tener una lesión cerebral severa".
Sin embargo, señala que "alguien del equipo del cirujano Enrique Moreno --responsable de la intervención-- dijo que esta prueba no era necesaria". A pesar de ello, Maudes, como responsable de la UCI del hospital, ordenó hacerlo. "En ese TAC se evidenció que había una lesión isquémica cerebral muy severa", explica el médico.
En este sentido, Maudes, quien ha hablado por primera vez desde que la familia acusara al centro hospitalario de negligencia médica, cuenta que Morente no recuperó la consciencia. "Cuando el paciente sale de la intervención por segunda vez no está bajo los efectos de las drogas que se ponen durante la anestesia, sino que hay una lesión cerebral muy grave de la corteza por isquemia que ha llevado a la falta de riego", indica.
"CORRECTA" ACTUACIÓN EN CUIDADOS INTENSIVOS
A la pregunta de por qué no se operó antes a Morente, señala que se le intervino "en el momento en el que acudieron la familia y el paciente" al cirujano, que consideró que podía beneficiarse, aunque de manera paliativa, de una cirugía".
"Que haya diferencia de criterios a la hora de llevar a cabo una intervención quirúrgica depende fundamentalmente de la opinión del cirujano que lo valora y de la capacidad que cada cirujano considera que tiene a la hora de afrontar el problema que el paciente le presenta", ha precisado.
En cuanto a la responsabilidad del equipo médico, Maudes ha precisado que en esta situación intervinieron tres actores y "el paciente se sitúa dentro de un triángulo terapéutico: los cirujanos, anestesistas e intensivistas". En este caso, afirma, la actuación en realizada en la Unidad de Cuidados Intensivos fue "correcta y de acuerdo a protocolos vigentes".
