LOS ANGELES, 15 Abr. (EUROPA PRESS) -
Tenía un citación en el juzgado pero alegó que tenía la agenda muy ocupada. Y es que, ¿para qué hacer caso al juez si te puedes pasar el día de compras con tu hermana? Lindsay Lohan tendría que haberse personado ante el juez para declarar contra tres hombres que la acusan por retenerles en contra de su voluntad, pero ella prefirió fundir sus tarjetas de crédito para renovar su armario.
La actriz de 'Chicas malas' fue citada en el juzgado de Venice, California, el miércoles, después de que un grupo de tres chicos la acusara de retenerles como rehenes.
Al parecer, y según alegaron los chicos, la joven actriz se hizo con un coche deportivo que no era suyo -acompañada de una pequeña bolsita llena de cocaína- y les retuvo en contra de su voluntad en el vehículo mientras conducía por las calles de California. Ellos la demandaron por poner en peligro sus vidas.
Sin embargo, si hay algo que Lindsay tiene clarísimo es que no está dispuesta a perder el tiempo. Llegó 90 minutos tarde a la citación y, cuando se enteró que debería permanecer en los juzgados prácticamente todo el día, ni corta ni perezosa, arrancó su coche y se fue de ahí.
Sus abogados justificaron la ausencia de Lindsay por problemas de agenda.
Sin embargo, pocas horas después, la actriz era pillada 'in fraganti' mientras renovaba su armario en las tiendas más exclusivas de Beverly Hills, así como en un famoso centro comercial en la ciudad junto a su hermana pequeña Ali.
Si es que, ¿para qué perder un día entero en los juzgados, si puedes aprovecharlo gastando dinero en nuevos modelitos para sus juergas nocturnas?
