MADRID, 2 Ago. (CHANCE) -
En el Centro Hípico de Casas Novas se dan cita numerosos rostros conocidos de la hípica pero también celebrities muy importantes en España y fuera de nuestro país. Este centro ecuestre fue construido por el magnate Amancio Ortega para su hija Marta, que por entonces se dedicaba a montar a caballo y además participaba en las competiciones internaciones por todo el mundo.
Por tanto, este concurso se ha convertido en una cita importantísima en toda agenda de la familia Ortega pero también de los vecinos de Galicia y rostros conocidos que deciden acercarse hasta la ciudad gallega de Arteixo para encandilarse de este campeonato de hípica al igual que grandes partners colaboran con ellos como Longines, Lexus y como no Massimo Dutti, firma del grupo Inditex que preside Pablo Isla.
Pero, desde que Marta Ortega dejó la competición han pasado ya algunos años y ahora, la hija de Amancio Ortega ha decidido encargarse más de los caballos y ver las competiciones desde la grada que competir. Para ello, ha mandado cuatro de sus mejores caballos a Holanda para que compita con ellos su fiel amigo y exentrenador Eric Van Der Vleuten y su hijo. De hecho, la esposa de Carlos Torretta también suele escaparse de España para ver a Eric y su hijo Maikel Van Der Vleuten compitiendo por Europa, según explica Gonzalo Marcos, Gerente de Casas Novas.
Pero, no todos los caballos de Marta se encuentran en Países Bajos ya que dos más están en Casas Novas junto a los demás, y también se encuentran los jubilados. "Los jubilados son lo que se hacen mayores y vienen para Casas Novas y viven lo que les queda de vida aquí de lo más felices. Carlo es uno de ellos que vino en septiembre del año pasado, y dentro de los caballos es un mito y en diciembre le hicimos un homenaje por su retirada", ha manifestado el Gerente del Centro Hípico.
CABALLOS, TERAPIA PARA LOS NIÑOS CON PATALOGÍAS DIVERSAS EN CASAS NOVAS
En Casas Novas también se dedican a la terapia asistida con caballos dirigidos a niños con patologías diversas como el autismo pero también con otros tipos de discapacidad y a través del mundo ecuestre intenten mejorar su calidad de vida tanto a nivel físico como psicológico.
Pero, estos niños tienen bastante dificultad y miedo, al principio, y suelen tardar mucho en acercarse a las cuadras y a los caballos respetando el tiempo que necesiten "hay niños que vienen al club y tardan un año en salir del coche de sus padres con la ayuda de la profesora y después se meten en las cuadras, se acercan a los caballos, aunque hay niños que no se acercan. Todo va dependiendo del niño y es una gran alegría verles acercarse y que sean los caballos los que les puedan ayudar", comenta Gonzalo Marcos.
Para el Centro Hípico lo más importante es la interacción de estos niños: "La terapia que hacemos con ellos no es solo montar, de hecho es lo de menos. Es más importante que interaccione. La responsable de equitación es además una psicóloga y hace un trabajo cuidado con estos niños para que toquen el caballo, los cepillen, que es muy importante. Para algunos montar es bastante complicado y en algunos casos se produce antes, después o no producirse. Pero lo más importante es esa interacción", ha asegurado el gerente.
Pero, el final de la terapia es claramente montar a caballo ya que estos animales son perfectos como vehículo para trabajar aspectos relacionales, cognitivos, emocionales y al estar encima del animal, también los aspectos psicomotores. "Nuestra idea es que acaben pudiendo montar a caballo y tener un hobby y así se van integrando perfectamente en la escuela. Esto, lo hemos conseguido con algunos, pero a veces es complicado...", ha dictado Gonzalo Marcos, gerente del club.
