MADRID, 31 May. (CHANCE) -
El torero Miguel Abellán reaparecía ayer en Las Ventas después de que fuese intervenido hace unas semanas tras sufrir un cólico nefrítico. Los médicos le habían recomendado descanso, pero el matador de pura raza no ha podido estar ni un minuto más en casa y ayer se echaba al ruedo en el que, por desgracia, sufrió una aparatosa cogida.
Durante el primer toro, el matador fue prendido en los primeros compases. El animal le arrollaba provocándole varios traumatismos de los que fue atendido en la propia plaza. De pura raza, Abellán quiso continuar con su faena a pesar de las recomendaciones médicas.
Con la valentía que supone esta profesión, Miguel se echó al ruedo para torear su segundo toro al que acabó cortando una oreja. Terminado el festejo, el torero volvió a pasar por la enfermería para ser revisado de las heridas de la cogida del primer toro. Su dolencia de riñón por la que había sido operado semanas antes se había agravado y es por lo que tuvo que ser trasladado de urgencia al hospital Virgen del Mar de Madrid donde era ingresado en la UCI.
Según el parte médico, el torero presenta un traumatismo craneoencefálico, con constantes mantenidas contusión en tendón del músculo pectoral mayor izquierdo. Además presenta contusiones múltiples y su dolencia de riñón se ha visto agravada.
