MADRID, 18 Jun. (CHANCE) -

Paula Echevarría vivió este sábado uno de los días más especiales de su vida. La alegría de ver a su hija recibiendo la Primera Comunión se mezclaba con los nervios generados por toda la expectación mediática que había.

Estos meses no han sido nada fáciles para la actriz. La noticia de su separación provocaba una gran revolución en nuestro país. Ella y David eran consideramos los Brangelina españoles. Sus muestras de cariño eran constantes en las redes sociales convirtiendo su historia de amor en la más comentada de la prensa rosa.

Una relación que saltó por los aires hace unos meses. El anuncio de su separación provocó que el foco mediático se centrase en ellos. Paula reapareció una semana después de conocerse todo en un evento de Puig donde promocionaba su colonia. Las lágrimas corrían por las mejillas de la actriz, demostrando que atravesaba uno de los momentos más difíciles de su vida. Diez años después de darse el sí quiero, el barco de Paula y Bustamante se hundía.

Aún así, la protagonista de Galerías Velvet continuaba con su día a día centrada en la grabación de los nuevos capítulos de Velvet Collection.

Terminado el rodaje, Paula volvía a centrarse en los preparativos de la Comunión de Daniella. Acompañada de sus padres y de su hija, recogía el vestido de la pequeña. Unos últimos recados antes del gran día.

Una ceremonia religiosa donde los gestos de cariño y complicidad no evitaron que viésemos el herpes labial de Paula. Una dolencia resultado del nerviosismo y estrés que ha sacudido la vida de la it girl y actriz de moda de nuestro país.