LOS ANGELES, 25 Nov. (EUROPA PRESS) -
Parecía que la maldición que persigue a Britney Spears en todo lo relacionado con el amor estaba a punto de romperse. Pero estar profundamente emanorada y dispuesta a volver a pasar por el altar no ha sido suficiente. Ahora el problema es que es su novio quien no quiere casarse con ella.
Después de que medio mundo se haya enterado del firme deseo de Britney Spears de contraer matrimonio por tercera vez con Jason Trawick, su novio y manager, ahora se ha sabido que éste no tiene ninguna intención de contraer matrimonio con la cantante.
Con dos matrimonios fallidos a sus espaldas, la malograda princesa del Pop estaba tan segura de que Jason era el hombre de su vida, que ya se veía como la nueva señora Trawick. Por ello, Britney incluso había informado a su círculo de amigos más íntimo de sus planes de boda.
"Britney afirma que no tiene ninguna duda de que quiere pasar el resto de su vida junto a Jason", declaraba recientemente un amigo de la pareja. Sin embargo, parece que a la tercera tampoco va la vencida para la cantante de '3', ya que sus planes se han visto frustrados por la negativa de Trawick.
Britney incluso llegó a declarse a su novio, de quien sólo obtuvo un 'No' por respuesta. "Ella hizo la proposición a Jason mientras estaba de gira en Australia. (Britney) está enamorada de la idea de casarse", ha dicho un conocido de la estrella. Tras este fiasco, es normal que la cantante esté "desolada".
Sin embargo, quizás lo peor de todo es que algunos conocidos de la pareja han comentado que, tras la declaración de Britney, Jason se asustó y puso pies en polvorosa. Según publica el diario 'Daily Star', éste corrió a coger un vuelo de vuelta a Estados Unidos, dejando a la cantante con el corazón partido.
