ORTEGA CANO NO CONSIGUE OCUPAR EL LUGAR DE 'LA MÁS GRANDE'

EUROPA PRESS

MADRID, 4 (EP

El uno de junio es el quinto aniversario de la muerte de Rocío Jurado y su último amor, José Ortega Cano, confiesa que aunque ha intentado que su corazón lo ocupe otra mujer "es muy difícil llenar ese hueco" que dejó la tonadillera.

De este modo el diestro ha expresado que "no" va a haber otra persona en su vida en una entrevista concedida a 'Diez Minutos', en la que también habla de la situación de su familia tras la pérdida de 'la más grande'.

Desde Barcelona, donde ha viajado para acompañar al tonadillero a quien apodera, Rafael Cerro, el torero de Cartagena zanja la sonada polémica que acompaña por los platós de televisión a la familia de su difunta mujer para manifestar que "en nuestra familia todos nos llevamos perfectamente".

Para Ortega Cano, la boda de la sobrina de Rocío, Chayo Mohedano, y Andrés Fernández "sirvió para unir a la familia", según señala en la citada revista. El enlace se celebró en la finca Yerbabuena, la misma en la que Rocío Carrasco se casó con Antonio David Flores y él mismo contrajo matrimonio con la cantante de Chipiona.

Por ello no es de extrañar que diga que "hubo cierto parecido entre su boda y la mía", aunque tal y como apunta Ortega, "Chayo se parece a mi difunta mujer". Cada vez que el matador intenta iniciar una nueva relación se acaba aburriendo, tal y como admite a 'Diez Minutos', por ello ha tirado la toalla en lo que al amor se refiere porque, al fin y al cabo, Rocío "estará siempre presente" en él.

Al igual que los hijos colombianos que la pareja adoptó, José Fernando y Gloria Camila, que colman de alegría los días de Ortega Cano. En cuanto a su relación con Rocío Carrasco, la califica de muy buena y atribuye el distanciamiento entre ambos a una cuestión geográfica, ya que ella vive en la capital y él en Sevilla. Así, la vida del diestro la llena su familia, los toros y el recuerdo de la tonadillera que lo enamoró.