MADRID, 18 Jun. (CHANCE) -
Las historias se suceden las unas a las otras; mismo escenario, mismo nivel de profesionalidad. Las plazas de toros han tenido que despedir a numerosas personas que han marcado un antes y un después en el mundo taurino.
Lo cierto es que aunque pasen los años, el peligro al que se exponen los toreros nunca decrece. Esto ha provocado que en algunas ocasiones, las plazas de toros se hayan llevado a grandes profesionales como Iván Fandiño, Victor Barrio y "Paquirri" entre otros. Cada día es un día nuevo en el que todo puede suceder. Lo que es permanente es la valentía, el arresto y el amor por su profesión. Personas que ya no están, pero que su huella ha quedado grabada dentro y fuera de las plazas.
Francisco Rivera más conocido como "Paquirri", fue uno de los toreros más aclamados del panorama nacional. Su historia se vio truncada tras recibir una trágica cogida como la que sufrió ayer Iván Fandiño, determinando el final de su vida. Sin embargo, en este caso también tuvieron que añadir un fallo sanitario que acabó influyendo en todo lo sucedido. Según declaró Rafaél Corbelle, de la cuadrilla El Soro, en el 25 aniversario de su muerte, las deficiencias de la enfermería en el momento de la cornada de "Paquirri" no eran las más apropiadas: "Allí no había ni anestesia. Estaba llena de telarañas, muy sucia". Tanto la historia de Francisco Rivera como Iván Fandiño comparten muchas similitudes; ambos han dicho adios con 36 años, en una plaza de toros y sobretodo, haciendo lo que más amaban, torear.
Además, el año pasado teníamos que despedir de nuevo a otro de los grandes hitos del mundo taurino, Víctor Barrio. El torero perdía la vida con tan sólo 29 años, tras una cornada seca, mortal e inesperada. Teruel sería la última ciudad que le vió torear. Sin embargo, Víctor Barrio no consiguió llegar consciente al hospital tras entrar en parada respiratoria. Al igual que con Iván Fandiño, el mundo se volcó en continuos mensajes de condolencia fuera y dentro del mundo taurino.
Tres personas diferentes que han compartido una misma historia. Estos toreros dijeron adios de la mejor forma que sabían: toreando. Muchos hablan de que perdieron todo en el escenario que les vio nacer, crecer y triunfar. Sin embargo, la gloria y el éxito que alcanzaron nunca se ha desvanecido; es algo permanente en la Historia, como su recuerdo.
