MADRID, 20 Jun. (CHANCE) -
Rocío Flores se encuentra en el foco mediático desde que protagonizara un sonado encontronazo con el Maestro Joao durante la emisión de 'Supervivientes. Tierra de nadie', conducido por Carlos Sobera. Su actitud en el plató, por la que ha pedido perdón públicamante, sacó a la luz un lado hasta ahora desconocido en la neófita contertulia.
A partir de ese momento, sobre la hija de Rocío Carrasco y Antonio David Flores ha llovido un aluvión de feroces críticas, que sus más acérrimos detractores han utilizado para desprestigiar su imagen pública y airear las exigencias más desorbitadas (e inexplicablemente aceptadas) que la joven habría impuesto a los responsables del formato para que contaran con su presencia en los programas.
Desbordada con la situación y abatida, Rocío Flores ha encontrado un lugar en Madrid donde refugiarse, apaciguar el ánimo y soltar el estrés al que se encuentra sometida en estos días. Ese lugar no es otro que el estanco, al que recurre asiduamente llueva, nieve o truene. En esta ocasión, retomada con mucha fuerza la relación con Gloria Camila, vimos a la nieta de Rocío Jurado llegar al establecimiento en el coche de su tía, adquirir algunos productos y salir con paso diligente y dispuesta a seguir con sus gestiones.
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