MADRID, 29 Mar. (CHANCE) -
Conmoción y respeto. Ese es el sentir de la mayoría de espectadores que siguieron la noche del martes 28 de marzo el documental Rio Ferdinand: Ser padre y madre en la BBC, en el que se relata la dolorosa experiencia de vida que ha tenido que atravesar el que fuera defensa del Manchester United desde el fallecimiento de su esposa, Rebecca Ellison, en 2015.
El que fuera una de las figuras deportivas más destacadas de Reino Unido llegó a caer en la bebida al verse viudo seis años después de su matrimonio y con tres niños pequeños (Lorenz, Tate y Tia) a su cargo. "Al principio bebía mucho por las noches después de acostar a los niños. Hasta que un día me desperté, y no era capaz de llevarles al colegio. Incluso tuve un accidente de coche. Y me di cuenta de que no podía seguir así. Sufrí ataques de pánico", relata el exdeportista en uno de los momentos del documental.
"Nadie está preparado para sufrir una pérdida así. Antes de irse, ella me dijo que sería un papá y una mamá estupenda para los niños. Yo nunca pensé que pasaría pero ella se marchó diez semanas después de diagnosticarle el cáncer. Ahora sé que necesito ayuda", añadió la estrella de fútbol. Rebecca estuvo ingresada en el hospital Royal Marsden de Londres para paliar el avance del cáncer de mama que al final acabó con su vida pocas semanas después de ser diagnosticado.
Ferdinand admitió que lo más complicado en estos tres años fue cuidar a sus hijos y tratar de ocuparse de todo aquello que hacía su esposa. "Ahora entiendo la importancia que tenía como madre. Nosotros los hombres somos ignorantes. Muchas mujeres cuidan de la familia y del hogar y creemos que eso no es un trabajo. Y es un trabajo muy duro", señaló el inglés.
Rio, que no ha sido capaz de desprenderse de su alianza de casado, habría encontrado consuelo y algo de alegría en Kate Wright, una estrella de la televisión británica que se ha convertido en compañera inseparable de la leyenda de fútbol británico.
