MADRID, 20 Oct. (CHANCE) -
Íñigo Onieva no tira la toalla tras su ruptura con Tamara Falcó. Está destrozado por la deslealtad que precipitó su ruptura justo después de anunciar su compromiso hace casi un mes, pero cree que su amor es tan fuerte que acabará consiguiendo el perdón de la marquesa de Griñón. Tanto es así que la revista ¡Hola! asegura que en lugar de desprenderse del anillo de compromiso que le regaló a la hija de Isabel Preysler, ha mandado que lo transformen y lo hagan más grande y más fuerte, como un símbolo de lo que confía que suceda con su relación.
Una reveladora información que reaviva los rumores de reconciliación en la pareja y tras la que Tamara ha reaparecido públicamente en un evento de lo más especial: el pregón del Domund 2022, del que este año ha sido la encargada.
Radiante con un elegante dos piezas de pantalón fluido y blusa con estampado de flores azules sobre fondo blanco, la socialité se mostró nerviosa pero cercana y, durante su discurso hizo gala una vez más de sus convicciones religiosas - que le están siendo de gran ayuda tras su ruptura con Íñigo - pero también de su sentido del humor al recordar cómo se convirtió a la fé hace 13 años y cómo ella misma se sorprendió de sus creencias siendo hija de Isabel Preysler y Carlos Falcó, ambos con varios divorcios a sus espaldas.
Un pregón de lo más aplaudido por todos los presentes tras el que Tamara abandonaba el lugar pletórica, con un ramo de flores en la mano y una inmensa sonrisa al escuchar las preguntas relacionadas sobre la intención de Íñigo de reconquistarla transformando su anillo de compromiso. Un paso al frente por parte de su exnovio sobre el que la diseñadora guarda silencio, aunque es innegable que nada tiene que ver el rostro de dolor en sus primeras apariciones con la cara de felicidad con la que hemos visto este miércoles a la marquesa de Griñón. El momento, ¡a continuación!
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