MADRID, 8 Dic. (EUROPA PRESS) -
Isabel Pantoja salió ayer de prisión. La cantante ha recibido el cuarto permiso penitenciario concedido por la Audiencia Provincial de Málaga en el que pasará 6 días en casa en régimen de semilibertad.
Atrás deja el año más duro de su vida tras ingresar en prisión el pasado 21 de noviembre de 2014 con una deuda de 1.147.148 de euros. La tonadillera no podría haber recibido mejor regalo de Navidad: poder disfrutar de sus hijos, que no dejaron de pedir la libertad de su madre a través de las redes sociales, en Cantora.
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Isabel Pantoja ha disfrutado de tres permisos penitenciarios desde que entró en la prisión de Alcalá de Guadaíra y en el mes de agosto la viuda de Paquirrí fue ingresada en el hospital Infanta Luisa aquejada de una nefropatía diabética. Su dieta se volvió mucho más estricta y la juez de Vigilancia Penitenciarie le concedió dos permisos extraordinarios por motivos de salud.
En este permiso, se le plantea un escenario algo más favorable a la artista que, además de disfrutar de estas fechas tan señaladas junto a los suyos, también está pendiente el nacimiento de su nieta Ana, la hija primogénita de Irene Rosales y el segundo hijo para Kiko Rivera.
Además la cantante ha logrado vender su casa de la moraleja en Madrid por más de 1.800.000 Euros, dinero que empleará para terminar de pagar la multa.
Agustín Pantoja, el encargado de ir a recoger a la cantante, llegaba a la cárcel de Alcalá de Guadaíra desde Cantora entre los vítores de los 'pantojistas'. Los fans de la artista le esperaban pacientes a la salida y recibieron a Agustín entre aplausos y vítores. "No sé si tirarme al suelo y hacer la croqueta" decía una de las fans a Espejo Público. Otra añadía que "la Pantoja nos ha dado mucho, por eso nos hemos volcado tanto por ella". Una vez dentro, el hermano de la tornadillera cargó un gran número de maletas y bolsones en el maletero y la parte trasera del coche y después entró en la garita para recibir a Isabel.
Isabel salió con semblante serio (aunque visiblemente más contenta que la vez anterior), se santiguó y lanzó besos a sus fans sin hacer declaraciones. La cantante vestía con un jersey blanco, pantalones negros, gafas de sol y su típico chal color camel.
