MADRID, 15 Jul. (CHANCE) -
Conocido por todos son las normas, no escritas, que las invitadas a una boda deben cumplir. La primera y fundamental es no ir de blanco, color que únicamente puede llevar la novia. La segunda, pero no menos importante, es que ninguna invitada puede restarle protagonismo a la novia, quien debe acaparar las miradas de todos.
Sin embargo, Daniella Seeman ha incumplido una de las dos normas. Y es que, consciente o no, la novia de Cesc Fábregas ha sido el punto de mira en la boda del futbolista Xavi Hernández y la periodista Nuria Cunillera. La culpa la ha tenido su vestido.
La modelo libanesa no se cortó ni un pelo y acudió al enlace de lo más atrevida con un vestido-body negro y escote muy marcado que dejaba al descubierto su espectacular figura. Un vestido que apenas da lugar a la imaginación y con el que ha acaparado las miradas de todos los invitados al enlace.
Pero la elección de este vestido no nos coge por sorpresa ya que no es la primera vez que vemos a Daniella presumir de cuerpazo. Durante sus vacaciones en Ibiza, la modelo dio muestra de su escultural figura luciendo mini-vestidos ajustados y minúsculos bikinis.
Ahora, con este vestido de Rami Kadi, el debate está abierto puesto que es un look extremo, que a unos encanta y a otros horroriza.
Desde CHANCE queremos conocer tu opinión. ¿Crees que el vestido era adecuado para un evento de esas características? ¿Eres de los defensores o de los detractores del look? Cuéntanos.
