MADRID, 24 Sep. (CHANCE) -

Hace menos de una semana que la bomba estalló. El divorcio de Angelina Jolie y Brad Pitt pilló a todo el mundo por sorpresa, aunque llevaban ya tiempo distanciados lo habían disimulado a la perfección. Eran la pareja idílica hasta que el amor se les acabó de tanto usarlo y de que Marion Cotillard, con quien el actor ha compartido escenas en Aliados, apareciera en sus vidas.

La propia Marion ha desmentido que mantuviera una relación con su compañero de reparto, con quien tuvo mucha química desde que empezaron a rodar, porque ella está feliz y embarazada de su pareja, Guillame Canet. "Hace muchos años conocí al hombre de mi vida. Es mi amor, mi mejor amigo, el único que necesito", escribió en su perfil de Instagram.

Angelina Jolie y Marion Cotillard, las dos mujeres que conquistaron a Pitt en la realidad y en la ficción, no pueden tener estilos más antagónicos. Mientras que la francesa, la reina del chic galo, se ha mantenido siempre en la misma línea, la que hasta ahora ha sido la esposa de Brad Pitt y la madre de sus hijos, ha cambiado de forma radical con el paso de los años.

En sus primeras apariciones públicas, la filántropa Jolie solía vestir con vestidos oscuros que contrastaban con el blanco níveo de su piel. A partir del 2000 su estilo comenzó a cambiar y añadió a su armario colores claros y apartó el negro, como lo hizo en los Globos de oro de 2001, cuando apareció con un sensual vestido de seda nude. Eso sí, la sofistificación no llegó a su armario hasta 2004, justo cuando coincidió con Brad Pitt en el rodaje de Señor y Señora Smith. ¡Imposible olvidar su Versace de 2012 con el que revolucionó las redes sociales con su pierna!

La ganadora de un Oscar por La vida en rosa es elegante por naturaleza, lo que le ha llevado a ser embajadora de Dior, firma con la que sigue colaborando. En la alfombra roja siempre acierta con sus vestidos con volúmenes, opuestos al minimalismo de Jolie, que suelen estar firmados por Dior, Valentino y en alguna ocasión ha confiado en el savoir faire de Josep Font para Delpozo. Mientras que sus looks de calle es mucho más sencilla y fiel a sus vaqueros, camisas de cuadros y zapatillas.