MADRID, 26 Ene. (CHANCE) -
Elie Saab volvió a vestir la pasarela de estilo palaciego, un desfile de princesa, de ensueño. Los tonos dorados se hicieron con el desfile, dándole un toque de glamour y sofisticación de lo más mágico. El diseñador libanés decidió así rendir homenaje a la mujer egipcia, valorando y trasladando su cultura a la pasarela. La colección primavera-verano 2017 fue bautizada por el diseñador como 'El nacimiento de la luz'.
La colección hacía realidad el sueño dorado. Prendas llenas de luz gracias ese tono, se veían con gran majestuosidad en la pasarela. Los tejidos llenos de drapeados, pedrería y bordados hacían que los vestidos brillaran con luz propia en la pasarela.
No sólo el dorado, el beige era el color más requerido en sus diseños. Aunque también hubo espacio para el azul cobalto y el celeste.
Prendas vaporosas, piezas de gasa y seda con mucha pedrería. Un desfile muy barroco, que se vio impresionante en la pasarela. En cuanto a las transparencias, el diseñador quiso insinuar, pero no enseñar. Así lo utilizó pero solo en su justa medida, consiguiendo que la elegancia reinara en el desfile.
No sólo se vieron vestidos en la colección, también triunfaron los pantalones con colas, una prenda que seguramente pronto triunfe en el street style. Elie Saab propuso un pantalón de cola de tejido satinado que recordaba mucho a los años 50'.
Y no sólo por el pantalón de cola sino porque como complemento utilizó cintas para despejar la cara. Como complementos también utilizó gafas de estilo retro, cinturones con aplicaciones doradas y pendientes en clave maxi, muy de moda en la actualidad en el street style.
En cuanto a las modelos, pudimos ver en el desfile a Blanca Padilla, la modelo española que fuera ángel de Victoria's Sectret en 2014 y que ahora los mejores diseñadores internacionales quieren que desfile para ellos.
