MADRID, 5 Ago. (EUROPA PRESS) -
Cuando se habla de una Kardashian, no hay término medio. Ellas son todo o nada. De pronto aparecen en las redes sociales sin maquillaje defendiendo la naturalidad como luego presume de contouring digno del mejor plano del cine y eso también se refleja en la forma de vestir. Aunque de todas ellas Kendall es la menos llamativa, de vez en cuando también se permite alguna licencia en la que demuestra que aunque se apellide Jenner es un miembro del clan Kardashian.
La mejor prueba de que la modelo puede ser tan osada con la ropa como sus hermanas es el look con el que nos acaba de sorprender para ir al gimnasio. Mientras el común de los mortales, incluso las hermanas Hadid y amigas de Kendall, guardarían su ropa para cambiarse, teléfono móvil, llaves de casa y el coche y pañuelos en una bolsa de deporte, ella ha querido romper las normas.
Desde hace unas semanas tienen un nuevo bolso fetiche por el que, analizando sus últimos looks, le debe gustar tanto que lo combina con todo tipo de outfits, desde los más elegantes a uno chandalero. Sí, Kendall Jenner llevó al gimnasio unas mallas, una sudadera naranja -con la que ya era imposible no fijarse en ella- y un minibolso de Louis Vuitton.
