MADRID, 11 Ene. (EUROPA PRESS) -
Manuel Mota es el último de una "gran lista" de diseñadores que han muerto en trágicas condiciones o rodeados en circunstancias extrañas. Alexander McQueen, Gianni Versace y Mario Gucci engrosan un triste adiós.
El asesinato de Gianni Versace el 15 de julio de 1997, fue una de las muertes más trágicas del mundo de la moda en los últimos 15 años. Andrew Cucanan le disparó dos balazos en la nuca ante su mansión "Casa Casuarina" de Ocean Drive, Miami. El asesino, se hacía pasar por gigoló para atraer a sus víctimas y se suicidó poco después. Versace tenía 50 años y su hermana Donatella le tomó el relevo.
1995. Otro asesinato del estilo. Mauricio Gucci fue asesinado a los 46 años de dos disparos delante de su oficina de Milán. Separado de Patrizia Reggiani desde 1984, fue condenada a más de dos décadas de prisión, considerada por un tribunal milanés como la instigadora del asesinato. El heredero del imperio Gucci había vendido el 50 por ciento de la compañía dos años antes de morir y la otra mitad su primo Paolo.
El británico Alexander McQueen fue encontrado un 11 de febrero de 2010 muerto en su vivienda. A sus 40 años parece que fue incapaz de superar la muerte de su amiga e Isabella Blow, que se suicidió tres años antes justo cuando empezaba la Semana de la Moda en Londres. Días antes de aquel 11 de febrero twiteaba, que su madre había fallecido.
El caso de Christian Dior, de la mítica casa francesa, también se vio envuelta de misterio. Un fulminante paro cardiaco desencadenó varias versiones de su muerte. Una espina, una noche de cartas, o incluso mientras compartía intimidad con un amante. Sea como fuere, unas tristes pérdidas de unos genios que han encumbrado a la moda en toda su esencia.
El King of King's Road, Clark Ossie, como lo llamaba la prensa fashionista de la época murió trágicamente en 1996 asesinado por su novio italiano a puñaladas. Era uno de los diseñadores británicos más influyentes de los sesenta por el que grupos como los Beatles o Mick Jagger, se ponían en sus manos.
Otras muertes menos grotescas fueron las de Yves Saint Laurent que falleció por un tumor cerebral en 2002. Y en 2007 la de Gianfranco Ferre que falleció a los 62 años a consecuencia de una hemorragia cerebral.
