NUEVA YORK, 15 Jun. (EUROPA PRESS - Sandra del Caño Morales) -
Este martes, las puertas del Museo de Arte Moderno de la ciudad de Nueva York abrían sus puertas para acoger en su seno la segunda edición de la gala Amfar 'Inspiration' a favor de la lucha contra el sida. Bajo el lema 'Black Tie, Hot Metal', multitud de celebrities desfilaron con paso firme por la alfombra roja.
Como una diosa recién caída de los cielos, Heidi Klum se presentó en la gala reencarnando a la elegancia y el glamour, sinónimos de su propio nombre. Con un llamativo vestido azul turquesa, largo hasta los pies, la supermodelo no dejó a nadie indiferente.
El traje tenía escote tipo halter de gran caída casi hasta el ombligo, con espalda al aire y abertura en la falda dejando al descubierto una de sus interminables piernas. Nunca antes se había visto una forma tan elegante y discreta de lucir palmito.
Todo lo contrario a Kesha, que aunque mejoró notablemente los desastrosos looks a los que nos tiene acostumbrados, al lado de Klum quedó relegada a un segundo plano. Con un cullote negro a juego con una especie de top, que a simple vista parece que lleva la espalda al aire, pero si nos fijamos mejor existe una tela horrible color carne que la cubre, la cantante hizo su paseíllo ante el photocall.
De la parte de abajo del atuendo sobresalía una capa a modo de falda que le cubría las piernas por detrás, las mismas que dejaba al descubierto por la parte delantera. Como complementos, un fantástico clutch plateado combinado con un solo guante de pedrería, muy a lo Michael Jackson. Pero Kesha deberá seguir esforzándose si algún día quiere llegar a la altura de Heidi Klum.
