MADRID, 18 Abr. (CHANCE) -
Las Kardashian no son discretas y tampoco parece que lo pretendan. Cuanto más llamativa sea una prenda, más les va a gustar, cuanto más ceñido sea un vestido, más sexys se van a sentir, cuanto más grande sea el logotipo de un bolso... ¡mucho mejor!
Kim Kardashian es la maestra de los excesos, pero su hermana pequeña Kylie tampoco se queda atrás. Su último look a vuelto a crear polémica. La socialité, como cualquier celebrity que se precie, se ha dejado ver durante estos días en Coachella, la cuna de los looks más atrevidos y un escaparate de tendencias; choker, sandalias romanas, estampado cachemir... Y entre todas ellas, el bañador más polémico de Klylie Jenner.
Repleto de logos de Louis Vuitton, el triquini era pura sensualidad, algo que a priori no llama la atención, sin embargo, ¿por qué todo el mundo habla de él? Porque no pertenece a ninguna colección de la firma de lujo, es decir, es 'un fake'.
Sí, Kylie, sin necesidad de comprar este tipo de productos, también ha caído rendida a los logos. ¿Por qué? Desde hace un par de temporadas, las firmas más icónicas como Chanel o LV han llenado la pasarela con piezas en las que el logo era el gran protagonista e incluso hay otras marcas que comercializan sudaderas fake, una tendencia que estuvo muy presente en el invierno de 2014.
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Una foto publicada por King Kylie (@kyliejenner) el
Dana Thomas, autora del libro Deluxe: How Luxury Lost Its Lustre tiene la clave. Según explicó a al Financial Times, tiene que ver con el romanticismo. "Las nuevas obras de creadores, del mundo de la música y la moda, se están inspirando en los años 80, el período en el que la logomanía pegó fuerte por primera vez. El nuevo acercamiento a los logos es más romántico, más suave y en ocasiones con más humor, gracias al filtro que es el paso del tiempo", contó.
Así que Klylie es todo una romántica y también parece que le gusta reírse de todo...
