MADRID, 4 Feb. (CHANCE) -
Empezó siendo un taller modesto en Sevilla a partir de 1960 y ha acabado siendo una de las firmas más importantes en el panorama nacional de moda flamenca. Marcelina Fernández y Francisco Montero fundaron esta firma con mucho esfuerzo y sacrificio y lo que nunca se llegaron a y imaginar es que su trabajo tuviera tanta repercusión y visibilidad en el mundo de la moda. Ahora, sus dos hijas -Rocío y Mila Montero- se han hecho cargo del negocio familiar, mostrando su absoluta responsabilidad y compromiso con el trabajo que emprendieron sus padres.
"Hacer 60 años no es fácil, aunque como ha sido todo al día a día, no te das cuenta... Estamos muy contentas y agradecidas, significa un orgullo y una alegría enorme" nos cuenta Rocío Montero. Y es que esta firma ha cumplido 60 años en el mercado, mucho tiempo de esfuerzo y sacrificio para lograr ser una de las mejores. Y qué mejor manera que celebrar este aniversario que haciendo un desfile en Simof. Más adelante además: "Vamos a hacer una exposición de batas de cola en septiembre y vamos a hacer una conmemoración de estos 60 años".
Como bien hemos explicado, se trata de una firma familiar que empezó en la Calle Lineros de Sevilla. Rocío Montero nos explica, con nostalgia, que siempre estuvieron ligadas al taller de su padre ya que este estaba debajo de la casa donde vivían todos: "Hemos estado en relación con el taller jugando desde que éramos pequeñas, ha sido una suerte de la que nos hemos dado cuenta ahora con el tiempo".
Otra de las cosas que les ha hecho muy feliz han sido a todas las personas que han podido conocer gracias a estar toda su familia volcadas con el trabajo en el taller: "Es una suerte también las personas a las que hemos conocido, iban al taller y nosotros íbamos a saludarlas". Y es que han tenido el placer de trabajar para artistas de la talla de Rocío Jurado, Isabel Pantoja, Lola Flores, la mismísima Reina Sofía...
"Rocío Jurado era encantadora. A veces venía a casa a comer y tan normal. También nos ha pasado con Isabel Pantoja o con Juanita Reina en casa... Han sido unas personalidades que tu las veías cercanas pero que después, cuando vas creciendo, te das cuenta de todo lo que has vivido" confiesa.
En 1968, la todavía princesa Doña Sofía visitó con el Príncipe Don Juan Carlos la Feria de Abril de Sevilla. Sin duda, esto significó mucho para la firma: "Mi madre dice que fue una ilusión enorme. Esto fue un triunfo para ella porque empezaron en un taller pequeño y claro... Además, la alegría de que esa persona piense en esta marca".
Actualmente, Rocío Montero se ocupa más del taller, ya que lleva todas las responsabilidades de directora creativa. Por su parte, la gestión administrativa y redes sociales las lleva su hermana, Mila. De esta manera, estas dos auténticas profesionales que han mamado el arte y la elegancia de su madre y de su padre, seguirán con uno de los negocios más importantes de la moda sevillana.
