MADRID, 2 Ago. (CHANCE) -
Los lunares son el estampado favorito de Minnie Mouse, de las folclóricas y ahora también de las influencers. Este 'print' tan español es todo un clásico, pero este año son los cortes de las prendas los que hacen que marquen la diferencia. Los patronajes complejos y a la vez muy femeninos han conquistado a las chicas más elegantes de las redes sociales.
En la pasarela, los hemos visto entre las propuestas de Comme des Garcons y Louis Vuitton con la clásica combinación en la ropa monocrómatica de blanco sobre negro en vestidos de estilo escultóricos y otros con cortes que nos trasladan a los años 80.
Las blusas desestructuradas de Jacquemus se convirtieron virales y es de las firmas de lujo que han conseguido ser una plaga en las redes sociales. Blanca, con topos negros, mangas abullonadas y frunces, la camisa se ha convertido en todo un objeto de deseo fashionista que no está al alcance de todos los bolsillos, en Farfetch estaba a la venta por 499 euros y en Net a porter por 540, pero ya está agotada.
Zara ha sacado su particular versión de la blusa cargada de atrevimiento porque desde el imperio de Amancio Ortega nos enseñan a combinar de la forma más loca con estampados de rayas de diferentes colores, maxibotas y cinturones de hebillas XXL.
Y si hay un vestido que ha reinado (y reinará también durante el otoño, es el wrap dress, que puso de moda Diane Von Funtenberg en los años 70 y logró que la alta sociedad de Nueva York se rindiera ante su vestido cruzado que forma un escote el pico, el más favorecedor de todos y a la vez más sensual. En versión maxi y mini, es una de las formas en las que las podemos llevar los lunares.
