LONDRES, 9 Oct. (EUROPA PRESS) -
El diseñador de Louis Vuitton ha hablado sobre su sentido de la estética, su manera de crear y lo mucho que necesita los estímulos creativos para seguir avanzando. También ha aclarado lo que significa para él venderse a la industria, algo que considera no haber hecho.
Marc Jacobs no se cierra puertas a la hora de crear y proyectar nuevas ideas, y prefiere inspirarse en aquellos lugares y objetos que pasan desapercibidos pero tienen igual o mayor potencial estético.
"Una pared de ladrillo puede ser bonita, igual que un bosque. No hay reglas, todo depende del momento y del lugar en que te encuentres a la hora de reconocerla", ha declarado en una entrevista para la edición británica de 'Vogue'.
Pese a que la belleza puede estar en cualquier parte, se necesita estimular la creatividad para encontrarla, algo en lo que Jacobs pone especial énfasis.
"Soy terrible cuando me enfrento a la hoja de papel en blanco,pero dame una hoja roja y te diré lo bien que quedaría con una línea negra en el centro", explica.
"Es la única manera que conozco de trabajar", continúa el diseñador", "animo a mi equipo a que me digan lo que piensan, lo que les gusta -un libro, una película, una persona. Necesito estimulación para funcionar".
Todo este esfuerzo creativo tiene su recompensa al ser reconocido mundialmente, por lo que Jacobs se asegura de que todo lo que se publique bajo su nombre tenga la cualidad que merece. De otra manera, se consideraría un "vendido".
"Mientras haya creatividad, no creo estar vendiéndome. Venderse es poner tu nombre en cualquier basura y esperar que la gente lo compre simplemente porque lleva tu nombre", concluye.
